La noche del 8 de diciembre de 1980 cinco disparos acababan con el músico más carismático de los sesenta. Mark David Chapman, en su retorcida mente, pretendía justificarse argumentando que castigaba a un líder que no vivía lo que predicaba pero provocó justamente el efecto contrario del desenmascaramiento de un hipócrita: en estos 30 años John Lennon ha sido consagrado como uno de los apóstoles del siglo XX, a la altura de Ghandi o Martin Luther King. En realidad, John no siempre estuvo a la altura de sus ideales. Violento en su juventud, podía ser cruel con las personas de su entorno, desde su mánager, Brian Epstein, a su primera esposa, Cynthia, y el hijo de ambos, Julian. El conflicto con Paul McCartney pertenece a otra categoría: machos alfa chocando sus cornamentas. Posiblemente, no había manera de mantener en 1969 el prodigioso taller de creatividad que fueron los Beatles pero corresponde a Paul el mérito de conseguir prolongar su vida productiva, aunque su liderazgo ahondara los celos internos.
Hoy, se han cumplido treinta años justos de una de las muertes más universalmente sentidas de la Historia. Los tributos a John Lennon son tan constantes que llega a ser un problema cómo distinguir lo extraordinario de lo ordinario. Por supuesto estos días sus fans se han dado multitudinaria cita en los Strawberry Fields de Central Park, pero, ¿en qué momento del año y del siglo no están los Strawberry Fields a tope de gente cantando canciones de los Beatles? ¿Cuándo no se multiplican las veladas y los conciertos de homenaje, las exposiciones especiales, una cápsula del tiempo en su honor, incluso una pluma especial de la casa Montblanc?
Uno de los recordatorios más interesantes es el que en las páginas de Rolling Stone protagoniza Jonathan Cott, el autor de la última entrevista que Lennon concedió antes de su muerte. A lo largo de estos años se han publicado varios extractos y resúmenes, pero es la primera vez que Cott vacía las dos cintas que grabó (son nueve horas) sin guardarse nada. Dice que todavía siente escalofríos al oír la voz de Lennon.
Era la voz de un hombre y de un artista que no se resignaba a dejar de crecer, a quedar congelado como un niño rebelde de los 60, que mostraba una posibilidad de reconciliación en los Beatles y que pensaba en volver a realizar conciertos con ellos.
¿Qué se hace cuando a los treinta o incluso a los veinte años ya tu leyenda es tan grande que bastaría para colmar a generaciones y generaciones de fans? Pero tú todavía estás vivo y quieres seguir estándolo. No te quieres repetir. No quieres morir.
Tres días antes de ser asesinado, John Lennon decía que no le disgustaba la idea de volver a salir de gira con los Beatles, aunque sin demasiada "parafernalia". Pero sobre todo tenía unas enormes ganas de vivir. "Lo que quieren es héroes muertos, como Sid Vicious y James Dean. Pero yo no tengo ningún interés en ser un jodido héroe muerto, así que a olvidarlos. ¡Olvidádlos!". Concluyendo: “Queda mucho tiempo, ¿no?, todavía queda mucho tiempo”.
Cinco frases -
"No puedo creer que me condecoren. Yo creía que era necesario conducir tanques y ganar guerras".
Irónico, sagaz, inteligente. Mucho se ha escrito sobre él. No queda prácticamente nada que contar. Sus canciones hablan por sí solas. Era un músico que había conectado con la gente. Había despertado en ellos una esperanza y una ilusión en cambiar el mundo. En 1965 la reina Isabel II le condecoró Miembro de la Orden del Imperio Británico junto con los demás Beatles. Poco atraído por esos lujos, le regaló a su tía Mimi la condecoración.
"Técnicamente no soy muy bueno, pero puedo hacer aullar y mover una guitarra".
Gran artista, Lennon supo combinar la rama más pura del rock and roll con las melodías sinuosas y elegantes. Su prolífica obra, su legado, parece haberse compuesto por 40 mentes diferentes de la gran versatilidad, originalidad y creatividad que derramaba. Por ejemplo, el tema 'Instant Karma' fue compuesto y grabada en un solo día. Bebió de la música toda su vida, aunque decía que ser artista era una "tortura" que no se lo recomendaba a nadie. Era lo único que sabía hacer. Como curiosidad, la música de 'Because' fue inspirada por el 'Claro de Luna' de Beethoven, pero escuchado a la inversa.
"La vida es aquello que nos va sucediendo mientras nos empeñamos en hacer otros planes".
Una de sus frases más conocidas y que, seguramente, forma parte de la mentalidad de mucha gente. Preocúpate del presente, del momento, vendría a decir. O así me la he tomado siempre. El futuro no existe y no lo tienes, actúa, no pienses dos veces y guíate por el instinto. Moralista y evangelizador, en una ocasión también dijo: "No me gusta pensar en función de semanas, meses o años. Vivo el hoy".
"Si todos reclamaran por paz en vez de otra televisión, entonces habría paz". Influyente, pacificista, humanista, rebelde. Así era John. Todos recordaréis las míticas fotos con Yoko Ono en su luna de miel en la 'cama de la paz' de la suite presidencial del Hotel Hilton, en el año 1969. Las imágenes de aquella semana dieron la vuelta al mundo. No solo transmitía sentimientos sino fuerza y coraje. De esa esencia y esa añoranza por mejorar la sociedad nació su célebre 'Imagine' ("Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz") y un espíritu revolucinario constante ("Si tomáramos el poder, tendríamos la tarea de limpiarla de burguesía y de mantener a la gente en un estado mental revolucionario")
"Mi trabajo no acabará hasta que esté muerto y enterrado, y espero que eso sea dentro de mucho, mucho tiempo".
Estas fueron algunas de sus palabras que dijo en la última entrevista que concedió, horas antes de morir, a manos de un fanático seguidor. la manera en que murió fue elevando a la categoría de mito.
INIGUALABLE. JOHN LENNON.
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